Todo sobre la Credencial del Peregrino.

ORACIÓN DEL PEREGRINO

“Apóstol Santiago, elegido entre primeros,  

tú fuiste el primero en beber el cáliz del Señor,

 y eres el gran protector de los peregrinos;

haznos fuertes en la fe y alegres en la esperanza,

en nuestro caminar de peregrinos

siguiendo el Camino de la vida Cristiana

y aliéntanos para que, finalmente,

 alcancemos la Gloria de Dios Padre. Amén.”

 La credencial del peregrino es un documento oficial emitido por la Iglesia dedicado a peregrinos a pie, en bicicleta, silla de ruedas o caballo, que desean realizar la peregrinación con sentido cristiano, aunque sea solo en actitud de búsqueda espiritual.

La credencial se acredita con el sello de las diferentes localidades para dejar constancia del paso del peregrino por cada etapa del Camino. Es imprescindible tener la credencial con los sellos para optar a:     

  • La pernoctación en los albergues de peregrinos que ofrece la hospitalidad Cristiana del Camino
  • Solicitar la “Compostela” en la Catedral de Santiago, que es la certificación de haber cumplido la peregrinación.

La “Compostela” se concede sólo a quien hace la peregrinación con sentido cristiano: “devotionis affect, voti vel pietatis causa” y solo a los que llegan a la Tumba del Apóstol, habiendo recorrido al menos 100 kilómetros a pie o a caballo, de los cuales la última etapa será la que conduce al sepulcro del Apóstol, los 200 últimos kilómetros en bicicleta o 100 millas náuticas y terminando los últimos kilómetros a pie.

Hay varios tipos de credencial, con distintos dibujos y dimensiones pero todas nos sirven por igual para documentar nuestro paso por el Camino y rememorar cada minuto una vez estamos de vuelta en casa.

Cuando nuestros peregrinos llegan al primer alojamiento se encuentran un paquete que incluye, para cada uno de ellos: una credencial, un cuaderno del peregrino personalizado, una concha y etiquetas para el equipaje. Sin duda la mejor manera de sentir que empieza la aventura del Camino.

BENDICIÓN DEL PEREGRINO

“En nombre de Nuestro Señor Jesucristo, recibe este moral hábito de tu peregrinación para que corregido y enmendado te apresures en llegar a los pies de Santiago, a donde ansías llegar, y para que después de haber hecho el viaje vuelvas al lado nuestro con gozo, con la ayuda de Dios, que vive y reina por todos los siglos. Amén.”

“Recibe este báculo que sea como sustento de la marcha y del trabajo, para el camino de tu peregrinación, para que puedas vencer las fuerzas del enemigo y llegar seguro a los pies de Santiago y después de hecho el viaje, volver juntos a nosotros con alegría, con la anuencia del mismo Dios, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén”

( G. Calixtinus. Sermón Veneranda dies LI, c XVII)