Camino de Santiago desde León a
Santiago en Bicicleta
Camino de Santiago desde León a
Santiago en Bicicleta
Partimos de León siguiendo el Camino, que transcurre junto a la carretera y no tiene grandes dificultades. Algunos de los pueblos que nos encontraremos son San Martín del Camino y Puente y Hospital de Órbigo. Éstos son dos pueblos muy cercanos, que se encuentran a orillas opuestas del río, y en la práctica pertenecen al mismo municipio. Su nombre se debe al antiguo hospital de peregrinos fundado por la Orden de San Juan de Jerusalén, y lo más reseñable que podemos ver es el puente medieval.
Después de Hospital de Órbigo podemos elegir entre dos alternativas: la ruta histórica, que sigue junto a la carretera, o una variante rural que cruza los pueblos de Santibáñez de Valdeiglesias y San Justo de la Vega. El terreno comienza a hacerse ligeramente más montañoso, aunque sin excesiva dificultad.
Astorga, nuestra meta de hoy, es una bella ciudad de origen romano, famosa por sus dulces y chocolates. También podremos visitar el Palacio Episcopal, obra de Antonio Gaudí.
En la etapa de hoy abandonamos por fin la llanura castellana para entrar en los montes de León, en una subida suave pero constante. La región que cruzamos es el lugar de origen de los maragatos, un pueblo con una vestimenta y costumbres propias que mantuvieron su identidad propia hasta principios del siglo XX.
Cruzamos Rabanal del Camino, un pequeño pueblo de casas de piedra, y comenzamos a subir la Cruz de Ferro, el punto más alto del Camino, y lugar donde los peregrinos acostumbran tradicionalmente a dejar una piedra al pie de la cruz.
Tras la cruz, dejamos atrás los montes de León y entramos en la comarca de El Bierzo, cuyo primer pueblo es El Acebo, cuyos vecinos estuvieron eximidos de impuestos a cambio de mantener el Camino transitable y señalizarlo en los meses de invierno. La siguiente ciudad relevante que nos encontraremos es Ponferrada, antigua base de los templarios, que durante la Edad Media protegieron toda esta región. Aún se conserva hoy en día el castillo templario, una visita obligada. También podemos visitar la Fábrica de la Luz, un museo instalado en una antigua central eléctrica.
Tras salir de Ponferrada, entramos de lleno en la región de El Bierzo, entre montañas y bosques. Hay que tener cuidado en verano, ya que la temperatura sube con facilidad. Cruzamos los pueblos de Columbrianos, Fuentes Nuevas, Camponayara y Cacabelos, donde comienza una subida hasta Pieros. Aquí, podemos optar por seguir el camino oficial, que transcurre junto a la carretera N-VI, o tomar una variante por un camino agrícola.
Villafranca del Bierzo, nuestro destino, es conocido por la iglesia de Santiago y su "Puerta del Perdón", la cual sólo se abre en los años jacobeos. El Papa Calixto III concedió a los peregrinos enfermos o impedidos el privilego de ganar las mismas indulgencias llegando a esta puerta que si hubieran llegado a Santiago.
Nos acercamos ya a Galicia, pero antes de llegar, pasaremos durante esta etapa por el valle del río Valcarce. El Camino sigue durante varios tramos el mismo trazado que el de la antigua carretera N-VI.
Tras pasar por Las Herrerías comenzamos la famosa subida a O Cebreiro, un ascenso de casi 700 m. en 12 km., y una de las subidas más complicadas del Camino. Al final nos espera nuestra puerta de entrada a Galicia, O Cebreiro, pueblo donde está enterrado el padre Elías Valiña, gran impulsor del Camino en el siglo XX. Este pueblo también es conocido por un milagro que sucedió, según se cuenta, en el siglo XIV.
Después de O Cebreiro entramos ya de lleno en Galicia, y la ruta entre prados, pistas forestales y pequeñas aldeas: Liñares, Padornelo, Fonfría... Empezando desde O Biduedo hay una bajada pronunciada hasta llegar a Triacastela, uno de los muchos pueblos cuya historia está unida desde su nacimiento al Camino.
Al partir, deberemos elegir entre dos trayectos: por el valle de San Xil o por el monasterio de Samos. La primera opción nos lleva por bellísimos bosques y pequeñas aldeas, mientras que la segunda tiene 5 km. más, pero nos permite visitar el monasterio de Samos, fundado en el siglo VI.
En ambos casos, el Camino nos llevará a Sarria, pueblo conocido por ser el elegido por la mayoría de peregrinos para iniciar su camino, y lleno de toda clase de albergues y servicios para el viajero.
Nuestro destino, Portomarín, no está situado en el mismo lugar donde se construyó el pueblo original. Éste fue inundado por el embalse en 1963, y el pueblo al que llegamos fue construido entonces para realojar a los vecinos, con las construcciones históricas más importantes (como la iglesia de San Nicolás) desmontadas y transportadas piedra a piedra.
Seguimos nuestro viaje por la Galicia rural. La etapa de hoy comienza con una suave subida hasta llegar al Hospital da Cruz, a unos 12 km. Tras ello, continuamos por la sierra de Ligonde hasta llegar a Palas de Rei, un pueblo con gran historia (aparece en el Codex Calixtinus), convertido hoy en día en una localidad moderna con todo tipo de servicios para el peregrino.
Después de Palas la ruta se complica, ya que nos encontraremos con varias subidas y bajadas, y tendremos que cruzar varias veces la carretera N-547, que transcurre cercana al Camino. La dificultad se ve compensada por la belleza de los bosques gallegos y de los ríos que cruzaremos en el camino.
Mélide, a la mitad de la ruta, es conocida por el excelente pulpo a la gallega. Si nuestros intereses son más artísticos, podremos visitar la capilla de San Roque, donde se encuentra el cruceiro (cruz de piedra elevada sobre un pilar) más antiguo de Galicia.
Ya estamos cerca de Santiago, y el Camino nos da un respiro con una etapa relativamente fácil, con la única dificultad de la precaución al cruzar la carretera N-547. Aparte de ello, la etapa transcurre por pistas forestales y bosques de eucaliptos.
El momento más emocionante, sin duda, será la llegada al Monte de Gozo, desde el que podremos ver Santiago por primera vez.
La ciudad de Santiago tiene tantos atractivos que es buena idea quedarnos un día más para visitarlos todos. De momento, si llegamos antes de las 12 del mediodía, podremos asistir a la misa del peregrino en la catedral. Tras ello, podremos descansar en la plaza del Obradoiro y confraternizar con los peregrinos de todas las nacionalidades que han llegado durante el día.
Partimos de León siguiendo el Camino, que transcurre junto a la carretera y no tiene grandes dificultades. Algunos de los pueblos que nos encontraremos son San Martín del Camino y Puente y Hospital de Órbigo. Éstos son dos pueblos muy cercanos, que se encuentran a orillas opuestas del río, y en la práctica pertenecen al mismo municipio. Su nombre se debe al antiguo hospital de peregrinos fundado por la Orden de San Juan de Jerusalén, y lo más reseñable que podemos ver es el puente medieval.
Después de Hospital de Órbigo podemos elegir entre dos alternativas: la ruta histórica, que sigue junto a la carretera, o una variante rural que cruza los pueblos de Santibáñez de Valdeiglesias y San Justo de la Vega. El terreno comienza a hacerse ligeramente más montañoso, aunque sin excesiva dificultad.
Astorga, nuestra meta de hoy, es una bella ciudad de origen romano, famosa por sus dulces y chocolates. También podremos visitar el Palacio Episcopal, obra de Antonio Gaudí.
En la etapa de hoy abandonamos por fin la llanura castellana para entrar en los montes de León, en una subida suave pero constante. La región que cruzamos es el lugar de origen de los maragatos, un pueblo con una vestimenta y costumbres propias que mantuvieron su identidad propia hasta principios del siglo XX.
Cruzamos Rabanal del Camino, un pequeño pueblo de casas de piedra, y comenzamos a subir la Cruz de Ferro, el punto más alto del Camino, y lugar donde los peregrinos acostumbran tradicionalmente a dejar una piedra al pie de la cruz.
Tras la cruz, dejamos atrás los montes de León y entramos en la comarca de El Bierzo, cuyo primer pueblo es El Acebo, cuyos vecinos estuvieron eximidos de impuestos a cambio de mantener el Camino transitable y señalizarlo en los meses de invierno. La siguiente ciudad relevante que nos encontraremos es Ponferrada, antigua base de los templarios, que durante la Edad Media protegieron toda esta región. Aún se conserva hoy en día el castillo templario, una visita obligada. También podemos visitar la Fábrica de la Luz, un museo instalado en una antigua central eléctrica.
Tras salir de Ponferrada, entramos de lleno en la región de El Bierzo, entre montañas y bosques. Hay que tener cuidado en verano, ya que la temperatura sube con facilidad. Cruzamos los pueblos de Columbrianos, Fuentes Nuevas, Camponayara y Cacabelos, donde comienza una subida hasta Pieros. Aquí, podemos optar por seguir el camino oficial, que transcurre junto a la carretera N-VI, o tomar una variante por un camino agrícola.
Villafranca del Bierzo, nuestro destino, es conocido por la iglesia de Santiago y su "Puerta del Perdón", la cual sólo se abre en los años jacobeos. El Papa Calixto III concedió a los peregrinos enfermos o impedidos el privilego de ganar las mismas indulgencias llegando a esta puerta que si hubieran llegado a Santiago.
Nos acercamos ya a Galicia, pero antes de llegar, pasaremos durante esta etapa por el valle del río Valcarce. El Camino sigue durante varios tramos el mismo trazado que el de la antigua carretera N-VI.
Tras pasar por Las Herrerías comenzamos la famosa subida a O Cebreiro, un ascenso de casi 700 m. en 12 km., y una de las subidas más complicadas del Camino. Al final nos espera nuestra puerta de entrada a Galicia, O Cebreiro, pueblo donde está enterrado el padre Elías Valiña, gran impulsor del Camino en el siglo XX. Este pueblo también es conocido por un milagro que sucedió, según se cuenta, en el siglo XIV.
Después de O Cebreiro entramos ya de lleno en Galicia, y la ruta entre prados, pistas forestales y pequeñas aldeas: Liñares, Padornelo, Fonfría... Empezando desde O Biduedo hay una bajada pronunciada hasta llegar a Triacastela, uno de los muchos pueblos cuya historia está unida desde su nacimiento al Camino.
Al partir, deberemos elegir entre dos trayectos: por el valle de San Xil o por el monasterio de Samos. La primera opción nos lleva por bellísimos bosques y pequeñas aldeas, mientras que la segunda tiene 5 km. más, pero nos permite visitar el monasterio de Samos, fundado en el siglo VI.
En ambos casos, el Camino nos llevará a Sarria, pueblo conocido por ser el elegido por la mayoría de peregrinos para iniciar su camino, y lleno de toda clase de albergues y servicios para el viajero.
Nuestro destino, Portomarín, no está situado en el mismo lugar donde se construyó el pueblo original. Éste fue inundado por el embalse en 1963, y el pueblo al que llegamos fue construido entonces para realojar a los vecinos, con las construcciones históricas más importantes (como la iglesia de San Nicolás) desmontadas y transportadas piedra a piedra.
Seguimos nuestro viaje por la Galicia rural. La etapa de hoy comienza con una suave subida hasta llegar al Hospital da Cruz, a unos 12 km. Tras ello, continuamos por la sierra de Ligonde hasta llegar a Palas de Rei, un pueblo con gran historia (aparece en el Codex Calixtinus), convertido hoy en día en una localidad moderna con todo tipo de servicios para el peregrino.
Después de Palas la ruta se complica, ya que nos encontraremos con varias subidas y bajadas, y tendremos que cruzar varias veces la carretera N-547, que transcurre cercana al Camino. La dificultad se ve compensada por la belleza de los bosques gallegos y de los ríos que cruzaremos en el camino.
Mélide, a la mitad de la ruta, es conocida por el excelente pulpo a la gallega. Si nuestros intereses son más artísticos, podremos visitar la capilla de San Roque, donde se encuentra el cruceiro (cruz de piedra elevada sobre un pilar) más antiguo de Galicia.
Ya estamos cerca de Santiago, y el Camino nos da un respiro con una etapa relativamente fácil, con la única dificultad de la precaución al cruzar la carretera N-547. Aparte de ello, la etapa transcurre por pistas forestales y bosques de eucaliptos.
El momento más emocionante, sin duda, será la llegada al Monte de Gozo, desde el que podremos ver Santiago por primera vez.
La ciudad de Santiago tiene tantos atractivos que es buena idea quedarnos un día más para visitarlos todos. De momento, si llegamos antes de las 12 del mediodía, podremos asistir a la misa del peregrino en la catedral. Tras ello, podremos descansar en la plaza del Obradoiro y confraternizar con los peregrinos de todas las nacionalidades que han llegado durante el día.
Todos nuestros packs incluyen
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Opciones de alojamientos
Habitaciones privadas con baño propio y todos los servicios necesarios.
En los lugares donde no estén disponibles, el alojamiento será en el hotel de mejor categoría de la zona.
* precios condicionado a suplemento individual
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Habitaciones privadas con baño propio y todos los servicios necesarios.
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* precios condicionado a suplemento individual